LFI: Metaverso: marcas y creadores interactuando en un mismo tiempo y espacio

Semanas atrás, un terreno fue adquirido por unos 3 millones de euros. No está en Dubai ni en Nueva York, de hecho, lo llamativo de esta transacción es que esta propiedad no está en ninguna parte del mundo real, se compone de datos y está en The Sandbox, una de las tantas plataformas del creciente metaverso.

La idea de gastar millones en un terreno que solo existe en Internet puede sonar ridícula para muchos, pero el furor despertado por el metaverso está animando a algunos inversores a comprar bienes inmobiliarios digitales con altos índices de rentabilidad.

También al cierre del 2021 H&M anunció su primera tienda en el metaverso, siguiendo la estela de una tendencia marcada por otros gigantes como Zara o Nike. Aunque sus ítems sólo estarán disponibles en el entorno digital, más adelante, los clientes dispondrán de la oportunidad de pedir sus prendas en las tiendas físicas con la moneda CEEK, una criptomoneda que opera en la red de Ethereum.

Esto nos muestra cómo la revolución del Metaverso va más allá de lo tecnológico, es una realidad que también abarcará ámbitos culturales, sociales e individuales. Y a diferencia de los avances actuales de la realidad virtual, esta experiencia permitirá que las actividades que se realizan en internet sean mucho más inmersivas y tangibles. Dicho de otra manera, el Metaverso hará posible vivir la experiencia del mundo virtual e interactuar con marcas en espacios generados especialmente para ello.

Por eso, desde el punto de vista de la tecnología y el marketing, el Metaverso tiene el potencial para ser un espacio de co-creación y colaboración entre creadores de contenido y empresas, lo que definitivamente acelerará el desarrollo de la tecnología y nuevas ideas.

Aunque pasará tiempo hasta que esta red opere como verdaderos Metaversos, su terreno digital ya funciona como un activo de la vida real, y al hablar de él nos veremos en las mismas conversaciones que probablemente tuvieron entre los años setenta y ochenta nuestros antepasados con respecto a la llegada de internet. Imaginarse en ese entonces el alcance que hoy en día tiene la red global, resultaba casi imposible. Pero hoy es una realidad que se expande cada vez más, como el universo. Lo mismo se puede esperar para los Metaversos.

Nicole Suárez